Mujer volcán

El alma dormida acaba erupcionando y rompiendo las cadenas del mundo. Deshace las mordazas de las verdades ocultas en tantos corazones consumidos por el hielo. Porque el hombre necesita arder para que la vida sea vivida, y sentir para que el tiempo sea más que arena que se escapa entre los dedos.
'Mujer volcán: Prosa para intensos' es un viaje donde el amor y la ausencia bailan en un duelo eterno. Entre heridas que sanan, destinos que se cruzan y renacimientos, cada historia es una estocada de vida, una certeza inesperada y un eco de libertad para aquellos que siempre fueron demasiado.
Nunca será frágil quien se atreve a consumirse y renacer de sus cenizas. Y tú, que eres puro fuego, sabes bien de lo que hablo.

Hateya Vallejo García (La Línea de la Concepción, 1997). Nacida gaditana y criada en Sevilla, Hateya comenzó a escribir casi al mismo tiempo que empezó a hablar. Con apenas cinco años, ya creaba pequeños relatos y poesías, alentada por su familia y profesores. La escritura no solo se convirtió en su vocación, sino también en su refugio y compañera de batallas en la lucha contra el abuso sexual infantil. A través de las palabras, encontró una vía para sanar sus heridas y, tras años de trabajo interno, recuperar su vida. Este proceso marcó su salto al mundo editorial. Su primer texto publicado apareció en la revista 'Ricerca' de la Federazione Universitaria Cattolica Italiana en 2017, con traducción y colaboración del expresidente nacional de la FUCI, Pietro Giorcelli. Con una marcada influencia militar en su familia y una pasión desbordante por el mar y la aventura, en 2018 decidió embarcarse en la vida marítima a bordo de la fragata 'Numancia'. Desde entonces, ha participado en dos misiones internacionales en aguas somalíes. Peregrina, emprendedora y amante de las pequeñas cosas, Hateya trata de plasmar en sus palabras el amor por la vida y la dualidad del camino recorrido. Su objetivo es claro: hacer del mundo un lugar más sensible y humano. «Le debo mi presente y todo lo que soy a Dios, a mis seres queridos y a cada palabra escrita a lo largo de estos años».