Solo hay espacio para lo inolvidable

Solo hay espacio para lo inolvidable nos abre de par en par el vasto y peculiar imaginario de un narrador que parece verlo todo. Con los ojos ávidos de un transeúnte inquieto, esta voz desvela ante el lector un universo teñido por su mirada singular, que se detiene como testigo invisible ante los pequeños y grandes eventos de lo cotidiano. Pero no se conforma con solo observar; busca y encuentra en ellos, y detrás de ellos, pistas que signifiquen algo más, algo que exceda la pura tecno-realidad. Es una búsqueda de aquello que subyugue el alma, que la despliegue en nuevas dimensiones, algo capaz de revertir o diluir el peso rotundo e inquebrantable de la certeza de finitud que nos iguala, inexorablemente.
Con una prosa cargada de matices visuales, humor y agudeza, Madanes nos ofrece relatos que exploran la memoria, la identidad y los delirios compartidos que construyen la contemporaneidad. -Qué ocurre cuando la vida en la ciudad es tan retorcida que nos obliga a transferir la bronca? -Y si la muerte de la música es solo el preludio de su renacimiento más íntimo?
Desde la nostalgia de los noventa hasta la mordaz ironía de una actualidad desbordante, estos relatos se entrelazan para construir una obra cohesiva que bien podría ser la novela de un observador lúcido y peculiar. Es una ventana a la mente de un narrador que, como un hincha fiel, encuentra sentido y belleza incluso en la derrota. Porque, al final, solo hay espacio para lo inolvidable.

Alan Madanes nació en Buenos Aires en 1994. Es actor, músico y cantante. Su camino en teatro, cine y televisión se combina con su expresión literaria. Ganador del premio Cóndor de Plata 2024 como Actor Revelación por su trabajo en la serie Cromañón y del premio Hugo a Mejor Actor Protagónico 2024 por su trabajo en Cuando Frank conoció a Carlitos, es considerado como uno de los actores más versátiles de su generación. Fue alumno de la carrera de Actuación de Artes Dramáticas de la UNA, del Conservatorio de Música de la Ciudad de Buenos Aires Astor Piazzolla y de la escuela de Nora Moseinco. Su trabajo como autor de ficción investiga las nuevas formas de comunicación moderna, la vida en la ciudad y cómo se relacionan hoy tecnología y cultura. Solo hay espacio para lo inolvidable es su primer libro.